El Museo Nacional del Holocausto, que forma parte de la Fundación del Barrio Cultural Judío de Ámsterdam junto con el Museo Judío, la Sinagoga Portuguesa y el Hollandsche Schouwburg, abrió sus puertas en marzo de 2024. Se dedica a contar la historia del Holocausto, durante el cual fueron deportados aproximadamente 107.000 de los 140.000 judíos que había en los Países Bajos, de los que sólo sobrevivieron 5.200. El museo ocupa una antigua guardería que, desde octubre de 1942, sirvió de anexo al Hollandsche Schouwburg, donde los niños judíos esperaban la deportación separados de sus padres.
El museo ofrece un relato exhaustivo de la persecución y el asesinato de judíos por parte de los nazis en los Países Bajos. Es el primer museo que abarca la historia de la persecución judía en todo el país. Las exposiciones exploran la vida cotidiana de los judíos antes y durante la Segunda Guerra Mundial, la liberación y la cultura conmemorativa de posguerra.
El Museo Nacional del Holocausto emplea la narración digital para transmitir con fuerza la historia del Holocausto. Esta técnica se combina con objetos físicos como fotografías, objetos utilitarios, cartas y prendas de vestir. La narración digital añade relatos personales a estos objetos, haciendo que la información sea más convincente y memorable para los visitantes.
El uso de historias personales vinculadas a objetos o acontecimientos concretos ayuda a los visitantes a establecer una conexión más profunda con las exposiciones. Este método de combinar medios digitales con artefactos tangibles proporciona un modelo para otras iniciativas de patrimonio cultural, demostrando cómo las narraciones personales pueden mejorar el impacto y la retención de la información histórica.



