Hay dos vías principales a través de las cuales podemos compartir nuestro propio contenido e información en Internet:
La primera es un modelo autogestionado. Se crea un sitio web con un dominio, es decir, una URL propia (una cadena de texto que identifica la ubicación de un recurso en Internet), por ejemplo: www.nuestrashistorias.com, y luego se sube el contenido al sitio en el formato que se desee. En este modelo, la interfaz del sitio web, es decir, el aspecto y la presentación visual del sitio: sus colores, tipografía, diseño, menús, botones o imágenes, está totalmente bajo nuestro control.
La segunda opción consiste en crear un perfil de usuario dentro de una plataforma. Como mencionamos anteriormente en la introducción, estas plataformas atraen a la gran mayoría del tráfico de usuarios de Internet. Para comprender claramente este tipo de plataforma, podemos fijarnos en el ejemplo más familiar: las redes sociales. Dependiendo del formato en el que compartamos nuestro contenido, existen diferentes tipos de plataformas:
- Plataformas de publicación de contenido escrito
- Plataformas de contenido visual
- Plataformas de vídeo
- Plataformas de audio y podcasts
- Plataformas sociales y de microcontenido
- Plataformas colaborativas o wiki
- Plataformas comunitarias
- Plataformas institucionales o culturales
| Sitio web autogestionado | Perfil de usuario en una plataforma | |
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Pros |
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Contras |
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Estos modelos son complementarios e incluso pueden estar conectados entre sí. Puedes tener un sitio web autogestionado y también un perfil en las redes sociales al mismo tiempo. En ese caso, intenta crear vínculos entre ambos espacios: mantén una apariencia coherente utilizando los mismos logotipos y colores, comparte la misma información en ambas plataformas e integra tu perfil de redes sociales en tu sitio web.