Módulo 1.

4. Ética, derechos culturales y propiedad intelectual

Resumen

Esta sección aborda los principios éticos fundamentales en la documentación del patrimonio cultural inmaterial (PCI), con énfasis en el consentimiento informado, los acuerdos comunitarios y la promoción de la autonomía local. Destaca la importancia de proteger los derechos culturales colectivos, la propiedad intelectual compartida y los derechos digitales en entornos digitales. También explora cómo la narración de historias, cuando se utiliza de forma ética y sensible, puede reforzar la escucha, la representación y la salvaguardia del PCI.

¿Alguna vez ha pensado con quién estamos hablando cuando documentamos una práctica cultural o un elemento del patrimonio cultural inmaterial? ¿Qué nos da el derecho a hacerlo y cómo debemos hacerlo con cuidado?

Documentar las prácticas culturales no es solo una actividad técnica. Se trata de construir relaciones, lo que requiere escuchar, ser responsable y mostrar respeto a las comunidades que mantienen vivas estas tradiciones. El primer paso, y el más importante, es obtener el consentimiento libre, previo e informado. Todas las personas involucradas deben comprender plenamente el propósito del trabajo y cómo se podría utilizar el material, especialmente en formatos digitales.

Para apoyar este proceso, se recomiendan los siguientes pasos:

  • Utilizar formularios de consentimiento, ya sean escritos u orales, para individuos o grupos.
  • Crear acuerdos comunitarios que expliquen cómo se utilizarán, almacenarán y accederán a las grabaciones, teniendo siempre en cuenta los valores locales, la ética y la toma de decisiones de la comunidad.
  • Obtener permiso para utilizar las imágenes y voces de las personas, especialmente en el caso de grabaciones de vídeo o audio.
  • Respetar los derechos culturales colectivos y la propiedad compartida del material.
  • Solicitar asesoramiento de expertos en casos que impliquen cuestiones legales o éticas.

En el mundo digital actual, también es importante proteger los derechos digitales de las comunidades, permitiéndoles controlar cómo se comparte y se muestra su conocimiento. Directrices como la Directiva Europea 2019/790 y la Convención de Faro (2005) ofrecen un importante apoyo, con el objetivo de lograr la equidad y el empoderamiento de las comunidades.

Sitios web como «europeana.eu» dan un buen ejemplo, utilizando normas éticas para compartir contenidos culturales. Cuando se hace con cuidado, documentar el PCI se convierte en una forma poderosa de honrar las culturas, dando a las comunidades la oportunidad de compartir sus historias con dignidad y visibilidad.

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